La federación de asociaciones de padres de alumnos de Euskadi (Ehige) ha difundido un documento a las familias para proponer eliminar la asignatura de Religión de los centros e invertir ese tiempo en reforzar las materias obligatorias del curriculum tales como Matemáticas, Lengua o Inglés entre otras. Todo esto tiene como objetivo mejorar los resultados en las evaluaciones diagnósticas y los exámenes PISA.
No hay que olvidar que todos los centros escolares están obligados a ofertar esta asignatura tan polémica.
Por su parte las familias están escandalizadas, porque en algunas escuelas ya han optado incluir en el documento de matrícula, junto con la opción de religión, otra que se conoce como “Refuerzo del curriculum”. Creen que se trata de un chantaje, además de ser una propuesta que roza la ilegalidad.
Los obispos se quejan por la frecuencia con la que se repiten estas campañas argumentando que violan “el texto el espíritu de los Acuerdos de la Santa Sede y el Estado”.
Creo que es necesario impugnar esta campaña. En la escuela, sobre todo en la etapa primaria y los primeros cursos de secundaria, es preciso formar a nuestros alumnos no sólo en aspectos académicos si no también como futuros miembros de una sociedad de adultos en las que es necesario contar con habilidades y destrezas sociales.
Además, la asociación Ehige señala que esta asignatura “segrega a los alumnos en base a sus creencias”. Es conveniente plantear esta materia como el tiempo que tienen los alumnos para formarse como personas desde una perspectiva crítica y autónoma para que aprendan a interactuar con el mundo que les rodea.
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