“En el cerebro de las niñas madura antes su capacidad para escribir , leer y expresarse y de concentración” afirma Anne Moir, doctora de genética u asesora en neuroeducación.
No es ningún secreto que los resultados académicos son generalmente más altos en el caso de las niñas que de los niños. Igualmente la mayor parte de los casos de fracaso escolar son protagonizados por los chicos que debido al sistema de enseñanza actual se frustran, al ver avanzar con mayor rapidez a sus compañeras de clase, desde los primeros niveles de la enseñanza formal y obligatoria.
Según dice la experta resulta necesario que toda la comunidad educativa, es decir, padres, madres y profesores sean conscientes de estas diferencias entre sexos. Del mismo modo señala que las escuelas deberían ser unisex con el fin de disminuir estas frustraciones por parte de los niños. Ellos como afirma Anne Moir necesitan un aprendizaje activo que les permita moverse en el aula.
Actualmente cada vez se propagan más las metodologías de aprendizaje participativas y cooperativas en las cuáles no solo se tiene como fin contenidos académicos, si no también habilidades y destrezas sociales.
Si buscamos una metodología activa para que todos puedan avanzar sería más positivo trabajar con métodos como estos y no separar a los niñ@s por sus diferencias entre sexos, porque ¿no es cierto que una de las funciones de la escuela es la socializadora?
Dividiendo a los niños en la escuela según sus capacidades iniciales tan solo estamos creando mayores fragmentaciones en la sociedad futura, además de una escuela separatista. ¿no es acaso un hecho que debemos buscar la inclusión total de todos y todas en las aulas sin diferencias por su nivel social, económico o sus diversas capacidades cognitivas?
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